Por Fernanda Alvarado

En el mundo del patinaje artístico, pocos nombres resuenan con la misma fuerza que el de Macarena Álvarez. Con tan solo 17 años, esta joven promesa del deporte ha demostrado que la perseverancia, el amor por lo que se hace y una actitud inquebrantable pueden llevar a conquistar las más altas metas. Con una sonrisa encantadora que refleja su alegría y fortaleza, Macarena ha superado diversas adversidades, tanto dentro como fuera de las pistas, y hoy se presenta como un referente de esfuerzo y superación.

Originaria de la Ciudad de La Banda, en la provincia de Santiago del Estero, su amor por el patinaje comenzó a los 4 años, cuando, aún una niña, se sintió atraída por los patines. Desde ese momento, nunca faltó a un solo entrenamiento, demostrando una dedicación que ha sido clave en su desarrollo como deportista. “Desde que comencé a patinar, supe que era lo que quería hacer. Mi pasión por este deporte creció con cada entrenamiento y, aunque en el camino me enfrenté a varios desafíos, siempre me levanté con más fuerza”, asegura Macarena, cuyo rostro irradia optimismo.

Desde los 6 años, Macarena ha participado en torneos nacionales, donde ha cosechado medallas y trofeos gracias a su esfuerzo, constancia y excelencia. A los 15 años, comenzó a competir en la categoría B segunda a nivel nacional, y en 2023, alcanzó una de sus mayores victorias al convertirse en subcampeona nacional en Mendoza. Sin embargo, debido a los cambios de gobierno y la suspensión de eventos por motivos administrativos, no pudo recibir el reconocimiento que merecía. A pesar de esta dificultad, su perseverancia no se detiene, y Macarena sigue adelante con la mirada puesta en nuevos desafíos.

A través de este deporte, Macarena ha recorrido diversas provincias del norte argentino, como Catamarca, La Rioja y Tucumán, representando a su provincia con orgullo y obteniendo distinciones de alto nivel. En 2018, la Municipalidad de La Banda la reconoció como la mejor patinadora del año, una distinción que consolidó su lugar como una de las atletas más destacadas de la región. Este año, participó en 5 torneos provinciales, en los que se coronó campeona en su categoría, reafirmando su lugar como una de las jóvenes más prometedoras del patinaje argentino.

En su camino hacia el éxito, Macarena ha demostrado que la disciplina y el entrenamiento constante son fundamentales. Freedance, solo dance, libre y escuela son las cuatro disciplinas en las que se desempeña con gran destreza, participando en competiciones provinciales y nacionales en todas ellas. Además, la joven patinadora ha ampliado su formación artística con danza clásica, disciplina que le ha permitido perfeccionar su postura y técnica, vitales para la ejecución de sus rutinas sobre los patines.

Otro de los aspectos que distingue a Macarena es su profunda conexión con el deporte local y nacional. Es hincha ferviente de Club Sarmiento de La Banda y del Club Olímpico de La Banda, pero también siente una gran admiración por el Club Boca Juniors, lo que refleja su amor por el deporte en todas sus formas. Esta pasión por el deporte también se refleja en su dedicación al patinaje, un compromiso que no conoce límites, ni siquiera durante la pandemia de 2020. En ese periodo, cuando las restricciones dificultaban el acceso a los entrenamientos, su padre, al ver su deseo inquebrantable de seguir entrenando, construyó un piso para que ella pudiera seguir practicando en casa, asegurando que su desarrollo no se detuviera.

El apoyo constante de sus padres ha sido crucial en su trayectoria. “Ellos me impulsaron a practicar el patinaje desde pequeña, mostrándome que era una opción saludable para mi vida. Siempre me apoyaron en mis decisiones y me enseñaron a ser disciplinada y constante”, comenta la joven, quien no solo ha encontrado en el patinaje una forma de mantenerse activa, sino una pasión que ha sabido combinar con una vida equilibrada. A lo largo de los años, Macarena ha cuidado meticulosamente su alimentación y respetado sus horarios de entrenamiento, cualidades que le han permitido sobresalir en el competitivo mundo del patinaje artístico.

Actualmente cursa sus estudios secundarios en el Instituto Bernardino Rivadavia de la Ciudad de La Banda, donde se destaca por su alto rendimiento escolar. Con un promedio elevado y un compromiso ejemplar con sus estudios, Macarena es además escolta de la Bandera de la Nación, una distinción que refleja su liderazgo y responsabilidad en el ámbito educativo.

A través de su trayectoria, Macarena Álvarez ha demostrado que el éxito no llega por casualidad, sino a través de la disciplina, el esfuerzo y la pasión por lo que se hace. “Sin importar las situaciones que te puedan pasar, sigue firme en tus objetivos y que nada derrumbe aquello que amas”, afirma la joven patinadora, dejando un mensaje de esperanza y motivación para todos los jóvenes que sueñan con alcanzar sus metas.

Su historia, llena de sacrificios, triunfos y resiliencia, es un ejemplo para las nuevas generaciones de deportistas que, como ella, buscan dejar su huella en el mundo del deporte.

La joven patinadora se prepara para enfrentar nuevos desafíos y continuar su ascendente carrera en el patinaje artístico. Con una combinación de talento, disciplina y una ética de trabajo impecable, Macarena Álvarez es un claro ejemplo de que, con esfuerzo y perseverancia, todo es posible. Su futuro en el deporte está lleno de promesas, y seguramente, su nombre continuará resonando en los escenarios nacionales e internacionales del patinaje artístico.